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En el vasto mundo del sector construcción, hay un tipo de estructuras que tienen el deber de ser las más resistentes de todas: las de concreto. Este tipo de obras tienen que ser capaces de aguantar no solo su propio peso, sino el de otros factores como el humano (ejemplo los puentes, los cuales deben aguantar el tráfico vehicular) y climático (las grandes estatuas, que deben hacer frente a vientos y lluvias).

Armando Iachini, director de Construcciones Yamaro, nos habla de este tipo de estructuras y de lo que es el concreto en específico, señalando que el mismo es un material muy estable, sí, pero que no es invulnerable. De hecho, el experto menciona que existen ciertos elementos que pueden influir negativamente en su solidez y firmeza.

El agua, por ejemplo, es un enemigo jurado del concreto, pues puede ser capaz de penetrar en las estructuras y oxidar las vigas de acero que ayudan al soporte de la misma, ocasionando que el todo pierda firmeza y ceda. En ese sentido, se podría decir que la oxidación es el verdadero problema, y ella se vuelve más agresiva cuando se utilizan productos químicos (como la sal) en las obras.

Los ácidos son otro gran problema, pues afectan no solamente al metal sino también al concreto en sí. Los componentes calcáreos del cemento se disuelven, el armazón se suaviza y se vuelve quebradizo. Incluso el agua de lluvia puede causar tales efectos, especialmente si el concreto es áspero y la superficie es rugosa, lo que favorece la penetración del agua.

El exceso de peso es otro peligro que afecta a este tipo de estructuras, así como las vibraciones recurrentes consecuencia de elementos tanto internos (dependiendo del uso y tipo de obra) como externos.

Armando Iachini - ¡Así se pone a prueba la seguridad de las construcciones de concreto! 2

¡Asegurando la estabilidad!

Explica Armando Iachini que, durante una inspección, los ingenieros encargados de garantizar la seguridad de las estructuras de concreto deben primero mirarla exhaustivamente desde afuera, tratando de notar el más mínimo detalle como manchas de agua visibles o la formación de estalagmitas debajo de la estructura, por citar un ejemplo. Este casi en particular significaría que el agua ha penetrado en el concreto desde hace mucho tiempo y ha eliminado la cal, poniendo en riesgo la estabilidad de la obra.

Otros aspectos que buscan los ingenieros al evaluar es si hay concreto descascarillado, si están visibles las partes de refuerzo que se han oxidado, o si la superficie está cubierta de musgos. Todo esto como parte de una inspección visual que precede a otra, de igual o mayor importancia, como lo es la de las estructuras de soporte.

Para estas pruebas, los expertos se ayudan con todo lo que tienen a disposición, desde planes de construcción antiguos hasta medidores magnéticos inductivos que usan dispositivos de bricolaje para buscar cables y tuberías en la pared. Estos instrumentos pueden detectar metales que se encuentran hasta aproximadamente diez centímetros de profundidad bajo el concreto, e incluso pueden localizar acero a mayor profundidad.

Por si eso fuera poco, los ingenieros cuentan también con dispositivos de radar que pueden detectar la retención del agua en las estructuras, lo cual es grave para toda obra de concreto.

Armando Iachini - ¡Así se pone a prueba la seguridad de las construcciones de concreto! 3¡Pasando a lo físico!

El director de Construcciones Yamaro explica que, como si del cuerpo humano se tratara, una estructura también debe pasar exámenes físicos. El procedimiento más común es la medición de la resistencia a la compresión del concreto con la ayuda de un martillo de rebote el cual, impulsado por un resorte, golpea la superficie del mismo a una velocidad definida y puede rebotar de diferentes formas.

La fuerza del rebote permite saber cuánta energía tiene el impacto que el concreto ha absorbido, haciendo posible sacar conclusiones sobre su firmeza: si el martillo rebota fuertemente, el concreto es duro y firme. Si rebota débilmente, el concreto es más poroso y posiblemente inestable.

Otro método muy usado es el de las muestras de edificios, que vendrían a ser pequeñas perforaciones evaluatorias que no dañan ni el concreto ni el acero y que pueden develar problemas como corrosión. La medición de campo potencial es otra técnica a tomar en cuenta, esta vez para indagar con respecto a los refuerzos de la estructura.

Y es que los refuerzos desempeñan un papel de apoyo muy importante y, para saber si los cables de tensión se pueden llegar a romper, los ingenieros utilizan un procedimiento donde cada cable actúa como un imán de barra y mide su campo magnético con sondas. Donde termina un campo magnético y comienza una nueva polaridad, definitivamente hay una ruptura en el acero.

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