El sector construcción cada día busca mejores formas de optimizar sus diseños, así como la integración entre el usuario final y el medio ambiente, y en este camino las nuevas tecnologías han jugado un papel fundamental.
La inteligencia artificial ha sido aplicada en diversos escenarios para mejorar las nuevas formas de producir y aprovechar energías a través los paneles solares.
Armando Iachini, director de Construcciones Yamaro, sostiene que es necesario emplear nuevas tecnologías y productos que sustituyan los materiales convencionales en algún momento, ya que el impacto medioambiental del sector es notable.
Uno de esos avances es la instalación de tejas fotoeléctricas captando la energía de la luz solar y convirtiéndola en energía eléctrica a través de módulos especializados.
Por otro lado, el uso de tejas sintéticas fabricadas con plásticos reciclados o de piedra caliza aumenta su proyección de vida útil, superior a los 50 años.
También utilizar paneles de kevlar, fibra de vidrio y fibra de carbono, reduce los costos y triplica la resistencia, lo que demuestra que las empresas del ramo de la construcción deben buscar la forma de integrar nuevas tecnologías hacia el cuidado del medio ambiente.
Mejores paneles solares
Según un estudio realizado por los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y del Instituto de Energía Solar de la Universidad Politécnica de Madrid y publicado en la revista Nature Communications, se ha utilizado la inteligencia artificial para mejorar el diseño de los paneles solares, en los cálculos para predecir la producción de energía fotoeléctrica.
Con este nuevo método se toman en cuenta las variaciones en la luz solar a lo largo del día y del año. Al mismo tiempo, se diseña pensando en la localización del panel.
Además de mejorar la eficiencia, estos paneles combinan varios materiales para aprovechar mejor el espectro de luz solar, con mayor eficiencia. Sin embargo, la producción de energía de estos paneles depende en cierta medida de los cambios de color que se producen en la luz del sol y en los diferentes momentos del día.
Se estima que se han instalado más de 300 millones de paneles solares en todo el mundo, equivalente a 50 centrales nucleares, y apuntando a un crecimiento de 24% anual.
Los paneles son el punto de partida, cuya diferencia radica en la eficiencia y el coste de la instalación, coincidiendo en el material que están fabricados: el silicio.