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Los desechos plásticos que cada día producen los seres humanos se han convertido en un problema porque los mismos generan contaminación, pero también son su propia solución porque hay innovadores, como el emprendedor social y humanista alemán Andreas Froese, que desarrollan métodos para utilizar este tipo de residuos para la industria de la construcción.

Armando Iachini, director de Construcciones Yamaro, nos habla sobre este visionario hombre y explica que su tecnología, llamada ECOTEC, busca darle un giro verde al sector construcción al erigir casas enteras con botellas de plástico en lugar de ladrillos. “La técnica la desarrollé en Honduras en 2000 cuando me di cuenta que hay pobres en el mundo”, dijo Froese para la publicación Vanguardia.

Fue, en cierto modo, una epifanía esa experiencia. “No soy de una familia de clase alta, pero tenía casa, tenía comida, ropa, escuela, tenía una bicicleta y me pareció injusto que la gente que no tiene ni eso aparte estén en medio de guerras”, comenta el constructor alemán, quien se quedó a vivir un tiempo en la nación centroamericana.

Allí y entonces fue que Froese concibió su idea: los desperdicios de muchos bien podrían ser la materia prima de otros, sobre todo para quienes quieren realizar construcciones de carácter social y que en el proceso buscan reducción de costos. Eso, y la generación de un sentido de comunidad en el cual todos colaboran a la hora de erigir una edificación.

Armando Iachini - ECOTEC, la gran creación eco social de Andreas Froese (2)

Método multifuncional

La ECOTEC de Andreas Froese, según reporta Armando Iachini, consiste en utilizar botellas PET, las cuales son rellenadas con otros plásticos, tierra o escombros para darle firmeza. Posteriormente, con una mezcla, son colocadas siguiendo el patrón constructivo de una casa sencilla y funcional de una sola planta.

El método de por sí presenta retos, pros y contras que se deben tomar en cuenta. “Cada tecnología tiene ventajas y desventajas. La diferencia es que la materia prima de mis muros es un desperdicio de un hábito de consumo estúpido. Utilizamos un material que nadie usa y no tenemos que producir este envase para hacer ladrillos”, expresa el emprendedor social, quien admite que la real solución práctica que plantea su creación no son tanto las casas, sino otro de sus proyectos: los tanques de almacenamiento de agua.

“En una situación de emergencia, en cuestión de lluvia, construimos este tanque de agua para recolectar agua de lluvia, lo que empodera a la gente después de un desastre y no esperar hasta que alguien llegue a resolverlo todo”, dice Froese, agregando: “Esa es también parte de mi filosofía de la vida. En vez de quejarse, de pedir, de frustrarse, tú mismo comienzas y cuando tú avanzas la vida te responde, aprendes, fracasas, funciona, no funciona, pero después de un desastre me parece sumamente importante que la gente esté ocupada en resolver su propio problema”.

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