La tendencia constructiva actual de levantar obras responsables con el medio ambiente podrían ser una solución a mediano y largo plazo de la crisis que enfrenta el planeta en este sentido.

La arquitectura es una disciplina que puede ayudar a combatir los problemas derivados del cambio climático. De hecho, a mediano plazo, la misma debería comenzar a ofrecer soluciones a este respecto gracias a las construcciones sostenibles o eficientes que tan populares son hoy día.

Construcciones Yamaro, empresa presidida por Armando Iachini, así lo cree también, y es por eso que destaca el pensamiento de diversos expertos en la materia que, entre otras cosas, indican que esta rama ecológica de la arquitectura bien podría diferenciarse entre ‘arquitectura sostenible’ (esa que audita categorías como el consumo de agua, el de energía, el uso de materiales sostenibles, el emplazamiento o la calidad del aire interior) y ‘arquitectura eficiente’ (esa que se centra en auditar la energía y una parte pequeña de calidad del aire interior).

Explica el portal web de El Confidencial que entre las medidas que se pueden llevar a cabo para lograr edificios que puedan cumplir con auditorias de sostenibilidad y de eficiencia se encuentran:

• El aislamiento térmico de muros, techos y ventanas.
• La reducción de pérdidas de calor en invierno.
• La orientación del edificio para permitir la entrada del sol en invierno o evitar, mediante protecciones solares, la entrada en verano.

Estas medidas, llamadas pasivas, se contraponen a las medidas activas que se aplican en un edificio como podrían ser la geotermia, la aerotermia o el uso de placas fotovoltaicas… Eso sí, un buen control de eficiencia energética en una construcción es optimizar los sistemas activos y maximizar los pasivos.

Hablemos de certificaciones

Cuando de plantear la construcción de un edificio eficiente desde el punto de vista energético existen cuatro grandes certificaciones: Leed, Breeam, Passivhaus y Well.

• Leed, de los Estados Unidos, audita los edificios según su emplazamiento, ya que existen puntos que se adaptan al lugar en el que se construye.
• Breeam, del Reino Unido, es muy similar a Leed aunque en cuestiones de energía se adapta a las legislaciones locales.
• Passivhaus, de Alemania, busca una reducción al máximo de la carga de medidas activas para optimizar al máximo las medidas pasivas, aquellas que no tienen consumo.
• Well, también con base en EE. UU., analiza el bienestar y la salud de las personas que ocupan un lugar, pues mide a aquellos edificios que cuidan de la gente e intervienen en la salud y, sobre todo, en la productividad de los usuarios, auditando la alimentación, el consumo de agua, la calidad de aire interior, y más.

Todas las medidas descritas con anterioridad tienen un mismo fin: lograr edificios más respetuosos con su entorno y cuyo impacto sea cada vez menor para lograr, en un futuro no muy lejano, un escenario en el que sean los propios edificios los que generen la alternativa que necesiten y, por qué no, la compartan con el resto de la red.