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Los chinos aprenden rápido, y ahora ajustan sus leyes para proteger el medio ambiente. Desde hace algunos años, China ha estado diseñando y construyendo ciudades y edificios eco amistosos, desmontando la imagen que se tiene del país debido a la gran contaminación que han emitido.

De hecho, sus leyes se están adaptando al nuevo mercado y a los nuevos requerimientos en materia de construcción ecológica. Esto ha dado lugar al desarrollo de ciudades recubiertas de árboles y plantas, edificios autosostenibles y sustentables, así como un transporte público tan eficiente que llevará a las personas a prescindir de sus vehículos para actividades cotidianas.

Liuzhou: la ciudad forestal

Armando Icahini, director de Construcciones Yamaro, hace referencia al proyecto de Liuzhou, que a lo largo de 175 hectáreas del río Liujiang prevé construir la “ciudad forestal”, en la que sus diferentes edificios estarán recubiertos por más de 40.000 árboles y casi un millón de plantas de más de 100 especies diferentes.

Además, los propios edificios, que incluirán dos colegios, oficinas, casas y hospitales, contarán con paneles solares para recoger energía y abastecer a la ciudad. También se fomentará el uso del transporte público y un tren enlazará la ciudad con Liuzhou para evitar contaminar con vehículos particulares.

El proyecto, diseñado por Stefano Boeri, absorberá casi 10.000 toneladas de dióxido de carbono y 57 toneladas de contaminantes al año, a la vez que producirá aproximadamente 900 toneladas de oxígeno en el mismo período. Así, la vegetación mejorará la calidad del aire, disminuirá la temperatura y creará barreras naturales contra el ruido. Además de contribuir a la biodiversidad de la región y generar hábitats para la fauna local.

Se prevé que esté lista para 2020.

Ciudad Ecológica de Tianjin

Este proyecto es una colaboración entre el gobierno de Singapur y el de China, quienes la proyectan como una ciudad respetuosa con el medioambiente y eficiente en el uso de los recursos.

El diseño de la ciudad se basa en tres puntos clave: las planificaciones del suelo, transporte y red verde y azul.

¿Qué significa esto? La organización de los edificios es esencial. No es lo mismo tener que recorrer media ciudad para ir a trabajar o a comprar, por esto, la eco-ciudad apuesta por barrios en los que esté todo cerca: parque empresarial, comercios y casas. Con esto se evitará que se utilice el transporte privado para llegar.

Sin embargo, si es necesario utilizarlo, la mejor opción será el transporte público: el municipio tendrá una amplia red para atender las demandas de sus ciudadanos, como un tren ligero que llegará a cualquier parte de la ciudad. De este modo se contamina menos. Igualmente, esta ciudad ecológica dará prioridad a los viandantes, los ciclistas y el transporte público, con sus respectivos carriles, antes que a los vehículos motorizados.

Además, contará amplias redes verdes y azules, es decir, zonas de vegetación, pero también de agua.

La ciudad, que se está edificando a 150 kilómetros de Pekín, comenzó a planearse en 2007 y podrá ser habitable a partir de 2020, con capacidad para 350.000 personas.

Tendrá siete distritos con diseños diferentes y se aprovechará tanto la energía solar como la eólica para abastecer a esta eco-ciudad. Además, tanto las aguas residuales como las de lluvia serán tratadas para su uso.

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