El consumo de energía eléctrica es mayor que la capacidad de producirla, y el reto de todo el mundo es reducir el gasto energético.
Armando Iachini, director de Construcciones Yamaro, reseña que ingenieros y arquitectos hacen esfuerzos para lograr esta meta, tomando en cuenta que el sector construcción demanda más del 50% del consumo global de energía eléctrica. Esta situación hace necesaria la búsqueda de mecanismos y alternativas para optimizar el uso de este preciado recurso desde la etapa de ejecución de las obras hasta la ocupación de cada nuevo inmueble.
Reducir de manera efectiva los requerimientos energéticos con la incorporación de tecnologías, materiales y prácticas ecológicas es la constante en empresas interesadas en contribuir con el medio ambiente. Algunas técnicas son:
- Actualizar la maquinaria y equipos por modelos orientados al bajo consumo, especialmente diseñados para garantizar el uso racional de la energía eléctrica.
- Usar iluminación por horarios, con sistemas de bajo consumo (como bombillos ahorradores o LED)
- La programación de sistemas basados en sensores de movimiento.
- La combinación de luz natural con la artificial resulta una fórmula perfecta para promover una labor eficiente
- Evitar dejar enchufados cargadores y deshabilitar la funcionalidad ‘stand by’ de los aparatos eléctricos.
Armando Iachini añade que es tiempo de incorporar nuevos elementos en las construcciones, como la energía solar y eólica, que se perfilan como las mejores opciones para prescindir de la energía eléctrica.
El proceso de adaptación de las empresas de construcción a estas fórmulas de trabajo variará según las posibilidades económicas y de la intención de los encargados, pequeños pasos llevarán al cumplimiento de la meta. Los resultados serán masificados en la medida en que todas las compañías se unan al sistema.